Expediente Morúa: El enmendado

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No importa su dirección ideológica, su negritud y preeminencia deberían bastar para revisar a Martín Morúa Delgado; la reticencia de los académicos negros cubanos hará más llamativa esta necesidad, por lo que sugiere. De eso trata Expediente Morúa, como acercamiento a una de las figuras más interesantes del panteón cubano; que muestra su estatura, logrando la presidencia del senado de la república en medio de las contradicciones del momento; más aún cuando añade su propia negritud como otra más de esas confrontaciones políticas, en el momento en que por fin se concreta la fundación nacional.

Eso es importante, cuando la singularidad del racismo cubano se diluye bajo la tradición segregacionista norteamericana; con la que va a relacionarse, bajo el estímulo y la supervisión de la política exterior cubana, en su propia contradicción con los Estados Unidos de América. En ese juego se estimula la confrontación de la minoría política de los negros norteamericanos con el exilio cubano; que disuelve su propia negritud, en la naturaleza artificialmente ideológica de ese conflicto de intereses eminentemente políticos.

No obstante, el segmento de los negros cubanos del exilio puede suplir esa relación; que ha sido artificialmente frustrada, por los intereses de una mera dictadura liberal, con sólo que accedan a su propia tradición política.  De eso es de lo que trata este libro, como otra fundación sobre la que crear la nueva comprensión del mundo; en una revisión crítica sobre la propia historia de Occidente, a la que puede aportar su propia plenitud existencial.